Estimado congénere.
Como sabrás, no se celebra un Cónclave de Vampiros desde 1912. En aquella ocasión nos reunimos algunos de los que ahora están convocados. Otros han perecido tristemente durante estos cien años, y a lo largo de este tiempo han sido creados nuevos vampiros.
La vida ahora es muy diferente para los vampiros: algunos, por su extraordinario poder, se pasean a plena luz del día; otros viven mezclados con los humanos, haciéndose pasar por ellos; hay quien, incluso, ha mostrado públicamente su identidad vampírica... corriendo diferente suerte. Estos tiempos son esperanzadores, pero también difíciles. Y La Autoridad ha estimado que ha llegado la hora de afrontar los nuevos tiempos actuando como raza, con una sola voz. Los vampiros tienen que decidir cuál es ahora su postura ante el mundo, ante la raza humana, de la que a veces se alimenta.
Ha llegado la hora de reencontrarnos. Muchos de vosotros ni conocéis a otros muchos de vuestra especie. Así que desde esta convocatoria esperamos que os deis a conocer mediante carta secreta, especificando quiénes sois. En esa carta, enviada a la misma dirección que os hizo llegar la invitación, trataréis de precisar los siguientes datos: nombre completo, edad, y tipo. Estos últimos dos datos serán fundamentales para obedecer al protocolo del código primitivo.
Por vuestras singulares características, todos los convocados entráis en alguna de las siguientes categorías.
-Vampiro/a moderno/a. Nacido entre 1950 y 2012. Puede mostrar una apariencia común para los humanos, o se reviste del estilismo conocido como "gótico" o "siniestro". Existe también una tendencia de vampiros modernos que aspiran a la máxima modernidad; estos siguen normalmente un estilo de vida futurista.
-Vampiro dandy. Nacido entre los siglos XIX y XX. Se manifiesta claramente por su porte distinguido, una educación exquisita y unos modismos claramente victorianos. Por su apariencia, constituye la estampa clásica del vampiro según esquemas occidentales.
-Vampiresa diva. Nacida entre los siglos XIX y XX. Se manifiesta claramente por su porte distinguido, una educación exquisita y unos modismos claramente victorianos. Su apariencia es la propia de personas de la alta sociedad.
-Vampiro/a romántico/a. Nacido antes del siglo XIX. Constituye una especie de vampiro/a nostálgico de tiempos pasados, que añora las modas, usos y costumbres de otra época. Muy habitualmente, estos vampiros atesoran grandes conocimientos y se niegan a adaptarse a los nuevos tiempos. Se muestran claramente apegados a periodos como el Renacimiento y el Barroco, de los que toman sus maneras.
-Vampiro/a atávico/a. Nacido en tiempos muy remotos. Se trata de los congéneres más antiguos. Algunos de ellos rebasan el milenio de edad, y proceden de culturas lejanas, como la antigua Grecia, Roma, Egipto, Mesopotamia, China, la India... Enmascaran más o menos su aspecto. Si bien en ocasiones como esta se revisten de atributos de su cultura y estirpe original.
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